Paradise Cap. 4 .:Morby:.

Parte 2, Cap. 4:
Jeremy y Rigby volvieron a las diez y media, y encontraron a Chad cocinando.
“¡Hola! ¿Se divirtieron?” preguntó animado éste.
“¡Claro! Como siempre” Respondió el mapache sonriendo.
“¿Comieron o quieren que les sirva?” Dijo Chad mientras retiraba la olla del fuego.
“No, no hemos comido, muchas gracias Chad” Él sonrió “No hay de qué, además hice suficiente para todos jejejeje”

Hicieron silencio hasta la mitad de la comida, cuando continuaron charlando:

“A que no saben, hoy vino alguien a casa, ¡Estuvimos hablando por horas! Es muy simpático”
Jeremy frunció un poco el ceño “¿Puedo preguntar quién es?”
Chad continuó hablando “No es importante, pero tal vez salgamos algún día”
El ave, sin saber porqué, se puso algo celoso “Dime quién es, quiero saber si lo conozco”
Chad estaba comenzando a irritarse por la insistencia de Jeremy “¿Para qué?”
Jeremy también se estaba impacientando “¡Sólo quiero saber, eso es todo!”
Rigby sólo seguía comiendo y observaba en silencio, mientras la pelea subía de tono. Chad había empezado a gritar
“¡Pero no puedo decirte!”
Y Jeremy no se quedaba atrás “¡¿Y por qué no?!”
La zarigüeya ya estaba enojada “¡Le dije que no lo haría!”
El peliblanco por alguna razón se sentía aún más celoso, por tanto su furia aumentaba “Oh, ya veo, lo que pasa es que no confías en mí ¿No es cierto?”  
“¡No es eso! ¡Es sólo que yo cumplo mis promesas!”
“¿Ah sí? ¿Desde cuándo?”
Todos se callaron, Chad de pronto se entristeció, de alguna manera eso lo había lastimado, y Jeremy se dio cuenta de eso, y de lo que había dicho.
“¡Bien, da igual! Ni me importaba tanto en realidad…”
Ambos se levantaron de sus asientos y se fueron enojados a sus respectivas habitaciones. Rigby sólo se quedó en la mesa, terminó de comer en silencio, levantó los platos, y se fue a la habitación que compartía con Jeremy. Pensaba en lo que acababa de pasar y recordó las peleas que tuvo con Mordecai.
_Piensa_ Hasta en esos momentos me sentía mejor que ahora, después de todo, al menos estaba junto a él.
El mapache aún sentía algo por el ave azul, y aunque trataba de distraerse con Jeremy, no le estaba funcionando bien.
Aún después de un mes y medio, el pequeño mapache seguía guardando una mínima esperanza de volver con él.

Continuará